María Teresa Inés Aláez García
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« : Abril 01, 2017, 10:23:55 » |
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Victrix
Aguerrida e imbatible, perfil de graciosa estampa, has moldeado tu efigie en el frente de batalla.
Ves abiertas tus heridas, solaz de mórbidas úlceras, mandamiento de osadías e indignidades espurias.
Riges perennes contiendas por la vil admonición e insultantes anatemas del humano resquemor.
Invicta y lúcida Psiquis; incólume te sometes a la acibarada bilis de animadversión creciente.
Firme, erecta como el risco acechando en lontananza, cuya cima acoge el nido de magnificentes águilas.
Trashumante incombustible en flébil nidal de llanto, portas en la frente el timbre del apóstol inmolado.
El amor te reconoce en su luz y paridad; hienda su espada y destrone a la ignominia y su mal.
Rosa (28/9/2011)
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #1 : Abril 02, 2017, 10:23:18 » |
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Lady Ágata
LAS OCHOMIL Y UNA NOCHES
Contemplo su retrato y, como si fuese una interminable letanía, repito sus últimas palabras: "las mujeres le acechan, le buscan, le hacen proposiciones allá por donde pasa". Cierro los ojos e intento evocar la última imagen que tengo de él, casi tan desnudo como el día en que le parió su madre, pero con mucho más pelo… o con menos, según la zona anatómica que se mire ya que hasta los bebés más lampiños tienen algo de pelusa en la chirimoya. Nada. Por mucho que me concentre, cual pertinaz monje Zen a golpe de cachete, no le encuentro el atractivo. Tal vez resida en el blanco del ojo o, más bien, en la intensidad del verde esmeralda que nunca llegué a discernir con claridad... o puede que me esté volviendo ciega o que me hayan dejado de gustar los hombres. ¡Qué pensamiento más horrible! Busco en Google “Brad Pitt” y, tras echarle un vistazo, descarto las dos últimas opciones. Sin embargo, éste de la foto de marras, al que a base de charlas cibernéticas llegué a tomar afecto, me deja fría, y eso que estamos en pleno verano y no puedo quejarme de las adversidades climatológicas de la islita donde resido.
Fue un largo y gélido invierno el de este año: estuvimos de nieves y "txirimiris" hasta las orejas y, claro está, apetecía poco salir. Lo del ordenador resultaba cómodo. El anillo de casado no se lo quitaba ni muerto y al referirse a su parienta la llamaba "mi mujer" pese a que el documento que me escaneó cierta noche para demostrarme que estaba divorciado dijese que era libre. Pues como si no se lo acabase de creer: era un divorcio muy reciente que se había estado gestando durante diez añitos solamente.
Sí, la verdad es que mi amigo el de la foto era algo lento de entendederas. Yo, desde las altas cimas de todos los ochomil intelectuales donde me subo a lo Edurne Pasaban, aunque con más utilización de las células grises y menos despilfarro energético, le solía dejar tirado en cuanto comenzaba la primera cuesta y hacía falta pensar.
Éramos, si es que se puede decir que fuésemos algo, una pareja dispar en todos los sentidos. Tan inconcebibles como pareja que parecía que nos hubiesen creado en un tubo de ensayo, tan ingenuos los dos que puede que nos trajese la cigüeña de París, ciudad a la que no nos atrevimos a ir porque resultaba caro y poco práctico… ¡Un segundito! Yo me he trajinado el continente europeo de norte a sur y viceversa un montón de veces por amor y sin tener ni para llegar a fin de mes. Ahora que las vacas no son tan flacas, no voy a rajarme por un viajecito de no nada al otro lado del canal de la Mancha. Fue él quien dijo que nones. Un viaje tan largo y, además, lo de pasarse dos o tres días conmigo en la cama le parecía una proeza aún mayor que mis Himalayas mentales. No es que a mí me apeteciese acostarme con él en la vida real, ¿eh? Divago y divago, mas sigo sin entender qué le ven a este buen hombre todas las que, según él, le entran en el trabajo, en la calle, en el teléfono, en el correo y en el Messenger. Ya sé que lo de entrar sólo cuadra con el Messenger, pero no seamos tan malpensados. Apenas hace unos meses, no sabía la diferencia entre una cámara web y una máquina de fotografiar que ni siquiera sirve para hacer vídeos, y lo de Skype le parecía un imposible de la tecnología. Ahora que: ¡no veas con qué facilidad le pilló el tranquillo! Sobre todo a lo de sacar instantáneas de lo que aparece en pantalla en las situaciones más comprometidas. Y parecía tonto, con su enrevesado nombre y apellidos de pega y esa fecha de cumpleaños que no es la suya sino la de un amigo que se murió, que era también futbolista…
Y tú ¿por qué me miras con esa cara? Que ¿qué? ¡QUÉ!
Si te tiene a ti también agregada a su lista de contactos, ten paciencia. Hay muchas esperando.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #2 : Abril 02, 2017, 10:25:36 » |
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SONETO AGITANADO (Para Dage)
-Rocío, ¿tas despierta?, dame un beso. ¿Escuchas el rumor de los civiles? -Salipén de tricornios y alguaciles. Descansa, Nico, eres muy travieso.
-Por si las moscas me la juega el seso, tomo el dos y me fugo a los cantiles. Chiripa que charrascos y fusiles no vayan a dejarme mudo o tieso.
Ulula el búho, tiemblan los cuchillos. El gitano desbroza matorrales, a soplo de parracha los durlines.
Es tiempo de olvidar los carajillos al son de las sorpresas espectrales. A espaldas del silencio, los violines.
augustus
GLOSARIO: Charrasco. sable parracha: honda durlines: criados de la Justicia
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #3 : Abril 12, 2017, 02:15:33 » |
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INFIERNO DE PAPEL Es la muerte un mundo aparte, inentendible amargura, es limo en nuestra llanura del que evitamos hablar, la asociamos al castigo, a la maldad tenebrosa, lóbrega perla espantosa, carnavales de pesar. Extrañas características, con horrores y aspereza para un suceso que empieza cuando cobra vida un ser, entonces ¿por qué no verla como un fruto que lozano ya sea tarde o temprano todos debemos comer? ¿Por qué no esperar que sea una luminosa escala donde un suspiro se exhala cual aire esperanzador? Y un ángel vendrá sonriente para indicarnos la vía a una nueva travesía llena de magia y color. Pero se vive una vida de temor enmarañado, donde el mal es castigado por demonios en tropel, un lugar llamado infierno de sufrimiento y cadenas, desesperadas condenas con fuego y tortura cruel. ¿Mas quién en su sano juicio o tal vez en un delirio crearía tal martirio para la vida y su fin? Solamente el ser humano crearía tal infierno cual castigo sempiterno y prosigue siendo ruin. ________________________ Albadiosa
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #4 : Abril 12, 2017, 02:24:32 » |
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CUANDO HERIDA...
Cuando herida me siento por las flores, ejerzo la templanza de los ritos, espero la llamada misteriosa de mi pulso, furtivo en tu corriente, y duermo en el pretil de mi desmán para guardar mi arpa de tus dedos. Rechazo la lujuria de tu alud vertical, vencedor de mi armonía. Exilada de amor en los confines, me duele la certeza de lo extraño. Si conquisto los soles del invierno, la aflicción se diluye y se marchita. María Bote
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #5 : Abril 12, 2017, 02:34:10 » |
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" Insólita Ecuación "
Se ciñe su silueta a mi costado, energía volviendo del ayer, me cala su figura con placer, aroma para mí predestinado.
Jazmín que por amor está enrejado, celoso guarda sueños de mujer, anhelos esparcidos por doquier, cual retorno a su pista en el pasado.
Lacerante mi pena es la ortiga trasmutando la piel y el corazón. Los consumen ardores y fatiga.
Fundamento de sangre en comunión, será muro de fe, dorada espiga, atados en insólita ecuación.
4/4/06
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #6 : Abril 12, 2017, 02:36:55 » |
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Eres gloria, fuego eterno y brujería.
Acaricias mi espalda, acción candente; y provocas murmullos en tu oído, espasmo de una imagen sugerente en ritual inconfeso y atrevido. Conoces mi más cara fantasía y ronda mi figura en tus antojos. Hoguera de pasión y brujería, pecados de matices infrarrojos. Exploras cada parte de mi piel y, astuto, en el camino enciendes fuego; pudores en cenizas de papel escondo en el cajón cuando me entrego. La gloria se disfruta en un instante, semeja la salud del moribundo; reside en una cúspide distante y escapa del esplín en este mundo.
Blanca Amelia Santos (Wella) 23/Sep/06
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #7 : Abril 15, 2017, 05:44:31 » |
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CILICIO
No mates la razón de mi existencia, ni cierres la salida a la esperanza. Procura con mi piel formar alianza, aloja en tu regazo mi presencia.
Calidez de mi otoño sin urgencia, el refugio virtual de tu confianza y el nido de mi cuerpo, la probanza. No soporto tu gris indiferencia
Dormitan tus sentidos en mi lecho, desnudados al roce de mi arrullo. Tu figura, fetal, sobre mi pecho,
evoca la de un niño satisfecho. Atesoro retales de mi orgullo, por verte vivo cual bestia en acecho.
mariaValente
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #8 : Abril 15, 2017, 05:51:18 » |
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MENTIRAS
Juanma, nombre “chic” de Juan Manuel, policía alto y bien parecido, poseía grandes cualidades, una de ellas, su extrema sinceridad, a veces dañina, le había valido el privilegio de resolver casos raros y realizar sólo sus jornadas callejeras en días de lluvia. Un jueves por la tarde fue llamado por el servicio secreto del excelentísimo ayuntamiento: debía buscar las causas del desorden en la sede de una sociedad. Las disposiciones eran tajantes: todo se llevaría a cabo con el más estricto secreto, y sólo los miembros de dicho grupo serían investigados con suma precaución. Cuando Juanma llegó al edificio, reinaba el caos entre sillas, estanterías, libros y trofeos. Era evidente, alguien buscaba algo de gran valor. Convocados sus asociados, se vociferó, reorganizaron la sala y por último se hizo el inventario de todos los bienes. Nada faltaba, excepto cuatro revistas estropeadas de una reciente publicación. Chistes y bromas se columpiaron entre sus usuarios. Luego, se dieron cuenta que necesitaban recuperarlas, la crisis económica que asolaba en esos momentos implicaba la necesidad de su aparición para el consiguiente descuento de la editora. Era absurdo, ¿quién querría un material defectuoso y de tan bajo coste? Mentira y corrupción desfilaban al unísono. Nuestro policía, decidido, comenzó su interrogatorio. Desdémora, atrapada en la prosa, fue su primera víctima. -Señora, ¿tiene llave? -Sí, pero la perdí hace tiempo. Mis personajes, cansados de este lugar, decidieron tirarla por el alcantarillado. -¿Por qué? - Prefieren la soledad. -¿No será porque están o parecen muertos? -No, o quizás sí. Todo depende de un crítico apolítico, ¿dónde está ese crítico?, ¿alguien lo conoce?, y volvió a su natural mutismo. Socorro, correctora de poetas, la sustituyó: Juanma quiso allanar semejante trance mediante lisonjas de perfección y trabajo arrulladas por la premisa de la necesidad. - Poetisa, ¿estuvo aquí esta semana? -Imposible, he viajado continuamente por el intricado mundo de la Web para fortalecer mis conocimientos. La voluptuosa y joven Alba acudió en su ayuda. -Dígame, inspector, ¿tiene algún problema con nosotras, “las agredidas”? - Y tú, ¿tienes algo que decirme? -Apenas llevo un mes aquí, y la llave aún no entra en la cerradura debido a la pequeñez de mis conocimientos. Animadas por la valentía de Alba, presidenta, tesorera y secretaria, replicaron al unísono: -Nosotras tampoco hemos estado aquí, bastantes problemas tenemos con acudir a distintos eventos, ya sabe, nuestro cargo es casi político, y como tal son los asesores quienes se encargan de lo más importante. La cabeza del espía se saturaba. Estuvo a punto de gritar ante la argucia de los demás miembros por el rotundo “no“. Sin embargo, él presentía el engaño oculto y lo iba a encontrar. Concluyó la sesión y decidió seguir solo su investigación. Los chubascos golpeaban esa mañana cuando diviso la figura de Desdemora envuelta en un impermeable transparente. La siguió y vio como se perdía por laberintos desconocidos hasta acceder a una minúscula puerta. Al penetrar pronunció: “los seres humanos somos crueles”, y todo se evaporó. Frustrado se sentó en el húmedo suelo y bajo la cabeza. Allí estaba una de las gacetas defectuosa. La abrió con desgana. Nada, todo blanco, continuó. Al final una frase, la misma que pronunció Desdemora antes de desaparecer. Pasaron días, volvieron las precipitaciones y con ella su servicio en la calle. Se movió melancólico hasta que percibió tres siluetas poderosas. Se dirigían al centro. Ahora sería más fácil su cometido. Una curva lo hizo adentrarse en escaleras oblicuas llena de extrañas eminencias. Un mayordomo tocó la campanilla y todo se esfumó mientras surgía un defectuoso objeto, donde leyó: “El caos crece en cada intento de dominarlo. Lo mejor sería estarse quieto y no hacer nada”. Desesperado se incrustó en la comisaría hasta un nuevo aviso. Socorro lo llamó “desahuciada“: -Por favor, sal otra vez, mi casa se está inundando. El deber venció sus desilusiones, caminó frenético a pesar del fuerte chaparrón. A llegar el edificio era un lago donde libros de todos los tamaños se habían convertidos en barcos improvisados. En el mayor de ellos, Socorro, suplicante, le extendió algo: -¡Léelo! -Juanma crispó todo su cuerpo y entonó: - “Hay que vivir desde el conocimiento”. Todo desapreció quedando la fachada de un inmueble burgués. La lengua se le heló entre los dientes mientras susurraba: “se están burlando de mi“. A pesar de las amenazas de sequía debido al cambio climático, el invierno espantaba con sus frías lágrimas. Nuestro personaje se vio obligado a salir de nuevo de su refugio. Esta vez portaba bien escondido los manuscritos estropeados. Anduvo tras el sonido de los chubascos. Pronto unos reflejos dorados interrumpieron sus pasos. Era hora de regresar, más una figura angelical y graciosa caminaba entre casas con hermosos balcones llenos de flores. Juanma, desobedeció las órdenes al perfilar el amor y la felicidad. Corrió tras ella. De pronto la muchacha se volvió articulando las palabras del último cuadernillo: - “Los dichosos raramente son duros de corazón, tienden a la compasión y dejan participar a otros de su abundancias”. Nuestro detective no pudo más, se derrumbo y estuvo a punto de dejarlo todo. Entonces, varias personas lo levantaron con cariño mientras murmuraban: “Nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”. Juanma sonrió y supo que volvía al mundo real de los sueños.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #9 : Abril 15, 2017, 05:52:16 » |
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Carcoma de la pasión de vivir
Ópalo girasol, entonces fuego, la vida muda en flébil amarillo aquel tono carmín, glamour y brillo, playa y mar del amante veraniego.
Mustia la gema en cándido sosiego, un día se desprende del anillo, y como ágata que esconde al grillo sufre entre rosas de un jardín sin riego.
Si la pasión acabará vencida con su áspera piel de cicatrices, gris en la senectud, negra en la muerte,
¿con qué designio cúbrenos la vida de tan torpes y pálidos matices el danzante vigor, el rojo fuerte?
Calendo griego
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« Última modificación: Abril 15, 2017, 05:56:08 por María Teresa Inés Aláez García »
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #10 : Abril 15, 2017, 06:07:43 » |
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Noche vieja en familia
¿Por qué estaba ella allí? un fantasma un muerto —con esa hiel en las venas— ¿para cuándo los huesos? o mejor… no ser ni huesos ni ceniza ni polvo ¡nada! —ni venas— pero no ¡ahora no! ahora una a una campanada a campanada las uvas...de la suerte… rodeada de risas de confeti de miradas de reojo de… ¡Extraños! Y el ladrido de sus venas.
Ojaldeb
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #11 : Abril 15, 2017, 06:10:38 » |
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SEPULCRO DE AZÓFAR
Del vientre de un ave, sepulcro de azófar, prorrumpen plegarias, inservibles ruegos, adioses sin brazos, retornos sin besos.
Almas zaheridas huyen del abismo, se truncan futuros, sin metas ni puertos, en cerril morada yacen rotos cuerpos.
Hallados los signos, certidumbres muertas, coronas de flores, algunos entierros; sollozos mordientes, estigmas eternos.
Carende 23/06/09
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #12 : Abril 15, 2017, 07:19:19 » |
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Soneto para ti Fuego que arde dentro de mí, siento cómo mi cuerpo aguanta esta embestida, es brío que avalora así mi vida, amor que es obsesión del pensamiento. Dios sabe cómo amo este momento cuando Mayo te hace flor lucida en corola de luces ya vestida, tu plena madurez del sentimiento. Aquí, bajo la encina ya englandada pienso en la sombra hermosa de tus años, goces son de este querer fehaciente. Evoco el carmesí que sin engaños mana en fontana fresca y deferente, la calma de mi sed ilusionada. Nardy 03-06-05
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #13 : Abril 15, 2017, 07:28:27 » |
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AL ÁNGELUS. Al ángelus te elevas, madre mía, al misterio te fundes con ardor, ya tu copa consagras al amor, virtud que tu universo conseguía. Majestuoso equilibrio fue tu guía a regiones solemnes, diosa y flor engarzada en los iris de esplendor al Santo Celo viertes tu alegría. Persigo tu perfil, mujer amante, te anuncia con amor la gloria pura escanciada con luz y sal triunfante. El Edén se recobra en tu hermosura tus entrañas gestaron ese instante, mi orgullo, de tu vientre ser criatura.
Rosas.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #14 : Abril 15, 2017, 07:29:41 » |
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POR LIBAR DE TU VENERO Por libar de tu venero condenárase mi alma, ahogaría mi calma en sorbo imperecedero. Pecador incorregible, idólatra de tu nombre, poeta, cantante: hombre dispuesto a todo imposible. Soberana de mi vida, dulce diosa, mujer pura, poséeme sin censura en entrega desmedida. En entrega desmedida poséeme sin censura, dulce diosa, mujer pura, soberana de mi vida. Dispuesto a todo imposible, poeta, cantante: hombre idólatra de tu nombre, pecador incorregible. en sorbo imperecedero ahogaría mi calma, condenárase mi alma por libar de tu venero. ©®By Raúl Valdez 10/27/2007
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