María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #15 : Febrero 13, 2017, 12:59:27 » |
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El no Poeta
Pertinaz e infame hado yo resisto tu señuelo, ¡arruina ya mi desvelo! Ojos en surco tostado.
Sintiéndome ruin bagazo confina mi juicio al diestro, si no conozco maestro, de sabias letras ni trazo.
Como navío varado soles conté con recelo, cogí la pluma del suelo en tregua con el tarado.
Arrogante, afloja el mazo, raspa mi rostro siniestro, tan rico convite vuestro naciente de un novel lazo.
El guardián sutil y osado me mostró radiante al cielo, mira al frente con anhelo, concluirás roto y cansado.
Frunció la tinta un abrazo esclava de lo que muestro, terminé con mi secuestro; oda libre en mi regazo.
Marc de la Torre
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #16 : Febrero 13, 2017, 01:08:26 » |
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Angela
Ella se acercó a él, puso su mano derecha sobre la mejilla de Víctor, le miraba feliz. -Sin tus labios, regaliz tontorrón- dijo-no habría disfrutado este mal día-. Ella amaba a otro, pero deseaba los brazos de Víctor. Al atardecer, toda la esmerada educación que Angela había recibido, quedaba aletargada por los impulsos de su deseo. Todos los miércoles, buscaba cualquier excusa para salir unos minutos antes del trabajo. Sus compañeros intuían el objeto de sus escapadas, apenas algún comentario irónico al día siguiente. -Deja de mirarme- le dijo ella -nunca me mires después; te lo he dicho tantas veces ya...- -...Que debería recordarlo, lo sé- le contestó él. Le miraba conteniendo un golpe de ira, que hubiera estropeado quizá su furtiva relación. -Así es- le recordó. -Los dos sabemos- dijo él -lo que hacemos aquí, vienes y tomas lo que precisas y te quieres ir... como si nada hubieras hecho; no curo la mala consciencia-. El silencio de Ángela, mientras acababa de peinarse, indiferente ante el espejo, que le mostraba su rostro en aquel cuarto de baño; un rostro satisfecho a la vez que molesto. -No quiero discutir contigo- fue lo único que respondió, conectó su teléfono móvil y lo introdujo en su bolso; salió a la calle sola, despacio. Las ciudades, son laboratorios en donde los demonios experimentan, las calles ríos de caras que no deseas mirar. Y él la abrazaba como ningún otro podría hacerlo; ella le deseaba y no quería perderle, no podría explicar sin embargo, la desazón que le provocaba, entregarse así, a la naturaleza más animal de sí misma. Volvía a casa; como todos los miércoles, algo más tarde de lo habitual con su sonrisa y su personalidad adusta y centrada. -¡Ricardo!- llamó nada más entrar. -Estoy en la cocina- la voz de Ricardo guió sus pasos y fue hasta la cocina; le abrazó. -Te quiero- le dijo. Él se sintió feliz y amado, la abrazó y le dijo cuanto le amaba él también. Ella le miraba; le miraba a los ojos y él no veía en los de ella nada extraño, salvo a una mujer que decía amarle. -Si supieras- pensaba ella, mientras su sonrisa acariciaba la mirada de Ricardo. -si lo supieras.... Ricardo volvió al asunto que le ocupaba, ella le observaba; desde hacía días que quería contarle lo que ocultaba, pero el miedo, la pereza, el acomodamiento y el interés lo impedían. Al cabo de unos minutos, Angela abandonó la habitación, estaba ansiosa y meditabunda. ¿Serviría de algo confesar su infidelidad, cuando jamás abandonaría a Ricardo a cambio de un semental?. Convencida de que Ricardo no entendería nada, que no podría entender que ella, le amara hasta sufrir. Cada noche de miércoles agonizaba bajo el techo de su casa, cubierta por las mantas y delante del espejo. -¿Te preocupa algo?- Ricardo la observaba y se acercó a ella. -No, el trabajo. -Entonces déjalo para mañana. -Sí- sonrió Angela -mañana quizá será mejor.
Altabix
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #17 : Febrero 14, 2017, 12:33:05 » |
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Adiós 1
Abro una puerta clausurada. Me conduce a ti.
Sobre el soportal estudio tus obras. Finge mi mutismo. Lentamente cierro.
Girando la llave.
Crujen rotos goznes. Fuga de mentiras. Desvío los iris. La puerta es losa inerte. Sin futuro. El adiós.
Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia. (c)María Teresa Inés Aláez García. Mayte Aláez. Mtiag. Pernelle.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #18 : Febrero 18, 2017, 07:45:28 » |
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SU PRESENCIA
Olvido que me niegas, insolente, y me postras, sin pausa, en la tortura del constante recuerdo. Cruel hondura en el alma, afligida y penitente.
No hay razón que acalle la agonía, pues mil voces de besos invocados azuzan la memoria. Demasiados susurros me conmueven, día a día.
Cuando arribe, implacable, la inconsciencia, en el oscuro pozo de la nada se perderán, exhaustos, los momentos.
Mas, sentiré en mi linfa su presencia, señora de mi albur y sentimientos, hallándome la muerte en su ensenada.
Candela Martí
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #19 : Febrero 18, 2017, 07:47:03 » |
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SALDO FINAL
Deshabitada, como el desliz breve del saldo final de una ilusión sin compromiso, en ese recodo me siento estando lejos de tu geografía.
(Freya) 1º de Abril 2012.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #20 : Febrero 18, 2017, 07:51:03 » |
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Conformismo
Hoy sigo el trazo del tiempo en esta negrura amarga. Ignoro si él conduce los pensamientos que andan buscando asir tu memoria. Tu ausencia se vuelve llaga. Me siento oscuro, distante de tus manos nacaradas, de los ríos de tu pelo, de los sotos de tu alma; separados por la noche que nos mira, llora y calla. El consuelo lo descubro en la frágil luna blanca, al mirar en su interior, aunque sea en su luz pálida, aunque sea un espejismo, aunque sea ilusión vaga, el reflejo inconfundible de tu cara.
Orlando
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #21 : Febrero 18, 2017, 07:55:25 » |
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Lady Ágata LAS OCHOMIL Y UNA NOCHES Contemplo su retrato y, como si fuese una interminable letanía, repito sus últimas palabras: "las mujeres le acechan, le buscan, le hacen proposiciones allá por donde pasa". Cierro los ojos e intento evocar la última imagen que tengo de él, casi tan desnudo como el día en que le parió su madre, pero con mucho más pelo… o con menos, según la zona anatómica que se mire ya que hasta los bebés más lampiños tienen algo de pelusa en la chirimoya. Nada. Por mucho que me concentre, cual pertinaz monje Zen a golpe de cachete, no le encuentro el atractivo. Tal vez resida en el blanco del ojo o, más bien, en la intensidad del verde esmeralda que nunca llegué a discernir con claridad... o puede que me esté volviendo ciega o que me hayan dejado de gustar los hombres. ¡Qué pensamiento más horrible! Busco en Google “Brad Pitt” y, tras echarle un vistazo, descarto las dos últimas opciones. Sin embargo, éste de la foto de marras, al que a base de charlas cibernéticas llegué a tomar afecto, me deja fría, y eso que estamos en pleno verano y no puedo quejarme de las adversidades climatológicas de la islita donde resido.
Fue un largo y gélido invierno el de este año: estuvimos de nieves y "txirimiris" hasta las orejas y, claro está, apetecía poco salir. Lo del ordenador resultaba cómodo. El anillo de casado no se lo quitaba ni muerto y al referirse a su parienta la llamaba "mi mujer" pese a que el documento que me escaneó cierta noche para demostrarme que estaba divorciado dijese que era libre. Pues como si no se lo acabase de creer: era un divorcio muy reciente que se había estado gestando durante diez añitos solamente.
Sí, la verdad es que mi amigo el de la foto era algo lento de entendederas. Yo, desde las altas cimas de todos los ochomil intelectuales donde me subo a lo Edurne Pasaban, aunque con más utilización de las células grises y menos despilfarro energético, le solía dejar tirado en cuanto comenzaba la primera cuesta y hacía falta pensar.
Éramos, si es que se puede decir que fuésemos algo, una pareja dispar en todos los sentidos. Tan inconcebibles como pareja que parecía que nos hubiesen creado en un tubo de ensayo, tan ingenuos los dos que puede que nos trajese la cigüeña de París, ciudad a la que no nos atrevimos a ir porque resultaba caro y poco práctico… ¡Un segundito! Yo me he trajinado el continente europeo de norte a sur y viceversa un montón de veces por amor y sin tener ni para llegar a fin de mes. Ahora que las vacas no son tan flacas, no voy a rajarme por un viajecito de no nada al otro lado del canal de la Mancha. Fue él quien dijo que nones. Un viaje tan largo y, además, lo de pasarse dos o tres días conmigo en la cama le parecía una proeza aún mayor que mis Himalayas mentales. No es que a mí me apeteciese acostarme con él en la vida real, ¿eh? Divago y divago, mas sigo sin entender qué le ven a este buen hombre todas las que, según él, le entran en el trabajo, en la calle, en el teléfono, en el correo y en el Messenger. Ya sé que lo de entrar sólo cuadra con el Messenger, pero no seamos tan malpensados. Apenas hace unos meses, no sabía la diferencia entre una cámara web y una máquina de fotografiar que ni siquiera sirve para hacer vídeos, y lo de Skype le parecía un imposible de la tecnología. Ahora que: ¡no veas con qué facilidad le pilló el tranquillo! Sobre todo a lo de sacar instantáneas de lo que aparece en pantalla en las situaciones más comprometidas. Y parecía tonto, con su enrevesado nombre y apellidos de pega y esa fecha de cumpleaños que no es la suya sino la de un amigo que se murió, que era también futbolista…
Y tú ¿por qué me miras con esa cara? Que ¿qué? ¡QUÉ!
Si te tiene a ti también agregada a su lista de contactos, ten paciencia. Hay muchas esperando.
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #22 : Febrero 25, 2017, 02:44:48 » |
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Esperanza
El Unicornio fenece en medio de la estulticia; ya el arpa no tañe su divino son.
Entre arúspices contiendas rinde priápicos pendones; confronta la Nada, el espurioTul.
Mas… no; no existe vacío; un trazo sutil asoma allende el silencio: la flor ya madura.
(17/11/2011)
Rosa
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #23 : Febrero 25, 2017, 02:58:49 » |
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Rebeldías II
Rebelde la armonía en la fontana donde nace la aurora de los besos. Yo soy el presidiario de mi noche, el roto amanecer de los deseos.
No indago en los compases del delirio la invertebrada sombra de la muerte, ni ensucio el resplandor de mi silencio con notas timoneras del deleite.
Tan sólo, por sentir en mi agonía el pálpito salvaje del abismo, me sumo en soledad al sentimiento y al soplo despiadado del destino.
Así completaré mi amarga vida. Sin Dios al que rendirle un homenaje, sin patria ni bandera, sólo el éter de un beso ya olvidado: mi estandarte.
augustus
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #24 : Febrero 25, 2017, 04:32:51 » |
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LA SEPARADA Murmullo y reprobación de gente condenadora, y ya no seré "señora" por oír el corazón, porque perdí la razón el pudor y la conciencia, quizás que fue hechicería o toda la culpa mía por mi falta de prudencia, o quizás fue mi inocencia. Pues la gente se equivoca cuando me llama insensata diciendo que soy ingrata, creyéndome cruel y loca por enamorar tu boca. A mi sentir soy sincera, sea malo, sea bueno mi espíritu está sereno. Defenderé como fiera este amor hasta que muera. __________________________ Albadiosa
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« Última modificación: Febrero 25, 2017, 04:35:08 por María Teresa Inés Aláez García »
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« Respuesta #25 : Febrero 25, 2017, 04:36:15 » |
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DE LA VIDA Y SUS COSAS
Río y lloro por la vida, por la vida y por sus cosas, me pongo un sombrero azul para buscar mariposas sobre la ambarina miel, con sus luces candorosas. Paseo por los caminos, oigo el canto de las rosas con el milagroso acento de las tardes prodigiosas. Las purpúreas tristezas de batallas azarosas, llorando como las nubes en las noches tormentosas. Atavío mi equipaje mientras miradas golosas me lamen, como a las flores las abejas hacendosas. Hoy me río de la vida, también lloro, por sus cosas.
María Bote 4-5-2006
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #26 : Febrero 25, 2017, 04:43:22 » |
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"Tejiendo Quimeras" (Elaborado conjuntamente con César, mi gran amigo de Metáfora) La brújula del tiempo - diatomea-, navícula fluvial en tu regato, discurre con mi norte por el grato meandro pasional donde solfea.
En el río entraré, azul marea, soy ninfa en su humedal, dulce relato. De su margen seré tierno cervato, brizna en tarde de sol, floral platea.
Del río, fiel afluente en su ribera, desbordando caudal en el silencio de besos coronándote, habanera.
Con las aguas fundidas, evidencio: podemos alcanzar cualquier quimera. Unidos por las rimas - lo sentencio -
6/14/05
Gisela
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« Respuesta #27 : Febrero 25, 2017, 05:12:11 » |
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Amar y perdonar
Por las noches pregunto a la esperanza acerca de mi cruel presentimiento: caricias con disfraz de vil cobranza del odio que forjó resentimiento. Tragaluces enturbian el ocaso, esconden una historia casi muerta. Mi vida en espirales de fracaso, cicatrices y surcos en la puerta. De pronto te apareces de la nada y rompes con tus besos mi armadura; tan terca, temerosa y obstinada, rechacé tu cariño, ¡fui muy dura!
Tu imagen, como fruto de un engaño, cayó frente al sendero de la vida. Ciega realidad, provocas daño a quien mi ingratitud ya nunca olvida.
Suceso del que acuso al responsable, ¡que dicte el señor juez su veredicto! amar con sobresalto... censurable, urdir venganzas hiere, ¡qué conflicto!
Si me arrepiento piensas: "es mentira", no existe tal acción en tus memorias, ¡presenciaste un milagro!, el mundo gira y cambia diariamente trayectorias.
Un hecho que disculpa mis ofensas es un amor adicto por aquel que, al escalar mi muro, las defensas destruye fácilmente con su piel.
No merezco sufrir por tus ataques, ¡me amas!, no asimilo lo contrario; ya tiemblan de pasión los almanaques, se aproxima un ritual de aniversario.
El sentimiento crece a contrapunto, su profunda raíz el alma arropa. Perdonar es virtud que lleva adjunto el humano al nacer... antes que ropa.
Blanca Amelia Santos (Wella) 5/12/2006
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #28 : Febrero 25, 2017, 05:24:52 » |
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MI PRIMER LLANTO
Su piel acarició dulce mi llanto, lágrimas primigenias por el goce; encubre mi discurso con un manto de abril, la profecía de su roce. El beso de una boca astuta y saga recorre un laberinto meridiano; pupila ciega al sesgo de la daga artera del amante neroniano. Limosna del amor en tu mentira, cauterio vil de antiguos sinsabores. Erótico el engaño cruel conspira, aplaza la conciencia sus pudores. Hartura. Por la boca de un perjuro, la causa torturante de mis ojos. No sueñes el descanso, en el futuro verás sobre tu lecho mi despojos.
mariaValente
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María Teresa Inés Aláez García
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« Respuesta #29 : Marzo 01, 2017, 08:24:11 » |
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REGIÓN JUVENIL
1 - El comienzo
Los sentidos eran para Javi el Olimpo donde columpiarse; por ello, cuando la tía Berta decía: “ al nacer venimos con nuestras respiraciones, al agotarse, morimos”, el aire se convirtió en su principal prioridad. Logró que la acariciara, su fragancia inundó su pituitaria con toda clase de olores, y su boca paladeó la brisa. Tan sólo la pelota arisca del viento le robaba su visión. Desilusionado, se lanzó a otros objetivos, hasta que por fin lo vio. En una revista deportiva, varias chicas atacadas por su furia, luchaban contra torcidos paraguas sin poder frenar el vuelo de sus faldas. Javi subió al cielo mientras sus compañeros se burlaban de él: -¡ Eh, Javi !, ¡ está alelado! -¡ Se enamoró !- dijo Marta “la poeta” . -¿De quién ?- inquirió Pedro. - De Eolo - suspiró Javi. -Eolo, masculino, singular- dijo Puri “la empollona” - entonces, ¿eres gay? “Las Furias” hicieron aterrizar a Javi de golpe en la tierra: -No, gay no, soy todo un “machote”.
2- Otoño en el instituto
Las primeras gotas del otoño resbalaban por nuestra piel, mas nosotros hilábamos mejores paisajes. En plena irradiación juvenil, el tiempo se había escondido. El porvenir, desde que Javi descubrió los efluvios del amor, se convirtió en senderos de márgenes floridos. Al instituto, con sus brumas y aristas salientes, lo embellecimos con un aire de voluptuosidad tal que “Doña Descolorida” ( llamada así porque había perdido su color en la enseñanza ) dejó de “marear la perdiz”, y pasamos de la historia política a la amorosa. Era divertido saber que Napoleón fue vencido por un lío de faldas, o que Cleopatra, la que se bañaba en leche de burra, cambió su imperio por una pasión. Poco a poco, el deseo disfrazado de idealismo se infiltró en nuestras filas. Nuestra profesora comenzó a adquirir ciertos pigmentos al abandonar la tiranía de la oficialidad. Sólo Puri seguía devorada por el fuego de la sabiduría. Leía, releía, subrayaba, anotaba hasta hechizarse de la pócima del conocimiento. Debido a ello decidimos seguir nuevos caminos.
3-Puri
Cargados con un saco de ilusiones como noche de sábado, investigamos, cual Sherlock Holmes, la cualidad oculta que devolviera a nuestra empollona a la vida. Su madre la había persuadido con el elixir de los estudios, panacea de la elocuencia, que la llevarían a la fiebre abrasadora del triunfo. Para Puri “triunfo” significaba felicidad, para su ambiciosa mamá era el polvo mágico del poder. Walquiria vio como su hermana, licenciada en derecho, conseguía con el santuario de la palabra entrar en política. Desde entonces, festejos, bonitos trajes, coches de lujo vagaban en su entorno con respeto y admiración. Frente a semejante situación buscamos el consejo de profesores, padres y adultos. Mas estos eran sumamente ignorantes: sólo vivían para el pasado o el futuro. Fue tal la desilusión que desde entonces aprendimos a disfrutar de los verbos en presente. Con los cartuchos chamuscados, recurrimos a nuestro héroe particular: Javi “el machote”.
4-La conspiración
Parecía el principio de un difícil juego, sin embargo era algo más: queríamos despertar a nuestra amiga. En esos momentos , la situación se movió a nuestro favor: la crisis económica y la corrupción hicieron que el honor político cayera en picado. La abogada se ensombreció y Walquiria abrió el círculo a sus hijos. Puri se entusiasmaba en aquella época por todo tipo de escritura amorosa y de escritores homosexuales. Fue entonces cuando decidimos dar el golpe de gracia. Convencimos a Puri de que la mejor enseñanza nos la da la calle con su realidad: - ¿Qué realidad ?, preguntó dudando. - La de Javi - respondimos todos al unísono. - ¿ La de Javi ? - Recuerdas, se encolerizó cuando tú dijiste que era gay. - Pero, Javi no escribe. - ¡ Qué poco le conoces !, Javi siempre ha disfrutado con la lectura y, gracias a ello, se está convirtiendo en un gran poeta. Una vez casi convencida, nos dirigimos a Javi. A éste lo persuadimos enseguida. Le prometimos que si seguía nuestras instrucciones, volvería al paraíso de Eolo. La conspiración ya estaba en marcha, sólo había que encontrar el momento y el lugar oportuno.
5- El desenlace
Por fin, un domingo logramos embutir a Puri en un vestido liviano, a pesar de las bajas temperaturas. Javi portaba en sus manos el libro de las deidades clásicas como algo vivo y palpitante. Los desparramamos en el parque de la Constitución, lugar intermedio para ambos, un día de viento y tormenta. Puri comenzó a hablar de poesía romántica con sus desenfrenos sentimentales: Poe, Byron, Espronceda … fueron cayendo hasta resbalar hacia otros estilos y figuras mas amorfas como Óscar Wide. Javi apenas la escuchaba, su atención merodeaba en el movimiento de sus cabellos y vestido. Éste la ceñía tanto que a veces parecía desnuda. Ella seguía impasible con su monótono discurso. De pronto, el resplandor de un relámpago les hizo abrazarse. Fue todo rápido y espontáneo: las miradas se transmutaron de temerosas en descaradas; los labios no besados se llenaron de lujuria, dejándose corromper hasta el cenit de la felicidad. Regresaron embebidos en lágrimas de agua con una sonrisa de luz de verano. El borrador de nuestro relato había funcionado.
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