María Teresa Inés Aláez García
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« : Diciembre 05, 2015, 01:04:46 » |
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Corregido en el foro Metáforas de Diana Gioia.
La Navidad en la Vila Joiosa
Ante la cercanía de las fiestas navideñas, la ciudad prepara su ornamentación y distribuye octavillas publicitarias sobre los eventos organizados por diversas asociaciones, los Reyes Moro y Cristiano o el Ayuntamiento para celebrar unas fiestas a gusto de los habitantes y del turismo.
Los cambios abarcan diversos ámbitos manteniéndose las tradiciones que dan a esta tierra su singularidad e incluso se adaptan las de otras culturas a sus costumbres. La iluminación se instala el día 9 y se enciende una semana antes de la Navidad hasta que las fiestas acaben.
En la gastronomía no falta el pescado pues es una ciudad marinera aunque se consume cordero, cabrito, ternera, pollo y conejo para cocinar los platos típicos que son la cena con cordero en el día 24, “taronges” o paella el día 25 y “ropa vieja” y en pastelería el “tronco de Nochebuena” que recuerda al “tió” catalán, “borreguets”. El chocolate es invitado perpetuo en las fiestas vileras.
Para los desfiles y el belén viviente se usa el traje típico de la Vila con falda larga y chaquetilla o falda, blusa y mantón las mujeres y con pantalón negro o marrón y blusa negra, alpargatas y pañuelo azul y blanco los hombres.
Belenes y lotería en la Vila Joiosa
Durante el tiempo de Adviento y coincidiendo con la festividad de la Inmaculada, se adornan con los belenes los lugares públicos como el Asilo “Santa Marta”, las iglesias de la Asunción y del Carmen y las ermitas de San Antonio y de Nuestra Señora de la Salud. En los establecimientos comerciales se realiza un concurso de escaparatismo porque muchos son dignos de premiarse por su originalidad y por la creatividad usada para su decoración.
El día 23 de diciembre se espera con expectación la lotería. Se conectan la radio o la televisión para
seguir el sorteo de los niños de San Idelfonso. Los niños acaban el colegio los días 21 o 22 y algunos de ellos, sobre todo los que van a celebrar la primera comunión, acuden a cantar villancicos al Asilo de ancianos “Santa Marta”, lugar que muchos pequeños visitan previamente con sus colegios para realizar alguna actividad y felicitar las fiestas.
Los villancicos mantienen las costumbres
El día 24 por la noche se prepara el tronco de Nochebuena y ya estarán ornados el árbol y el nacimiento en los hogares. Ciertas tradiciones, sobre todo en la gastronomía y en lo religioso, han perdurado a lo largo de siglos. Parte de la descripción de este bagaje navideño está reflejado en los villancicos. Ahora se celebra menos la recogida del aguinaldo pero aún hay chiquillos que se reúnen para ir a buscarlo y dejar que sus madres preparen la cena.
En el villancico “Camina María” se describe la ronda del aguinaldo. Según la traducción aproximada se avisa a María de que verá cantando los pollos al pie del portal en su estribillo. Los autores saludan a los oyentes y anuncian que vienen a pedir la voluntad y si no les dan demasiado, comerán un pedazo de pan.
Si les dan un bollo o “tonya” que no sea pequeña pues son muchos en el grupo y tocarán a muy poco. Y a partir de aquí van señalando otras tradiciones como que las mujeres se levantan muy temprano para “matar el ajo” o para hacerse las trenzas e incluso, tocar todo el día la “dolçaina” y el “xiulet”, instrumentos típicos de la Comunidad Valenciana. Es costumbre que la música acompañe todas las fiestas.
La receta de “les tarongetes”
Después llega la cena del día 24 y la misa del gallo como preludio del día 25. Otro villancico, “El dia Nadal” describe costumbres y proceso de forma muy sencilla. Cuenta que cuando se acerca Navidad, la noche se alarga y el abuelo en la cocina prepara el fuego para asar castañas y, todos reunidos, las ven cocinarse mientras entran en calor.
Se prepara el embozo de la cama antes de acudir a la Misa de Gallo, a cantar al Niño que ha nacido bueno como un trozo de pan, alusión a la Eucaristía. Después la gente joven va a divertirse y al día siguiente se cocinan las "pelotas" o el arroz en paella,según las costumbres, y se ofrece la receta: al ser un día corto, las mujeres lo pasan jugando al “burro”. La "penca" y el garbanzo son el ingrediente para cocinar el puchero. Harán “tarongetes” o “albóndigas”, si Dios quiere y las enrollaran entre hojas de col. Y si no tienen las pedirán. Agregando un huevo no se desharán. De esa manera la servirán en fuentes en la mesa familiar.
(c)María Teresa Inés Aláez García. Mtiag. Mayte Aláez. Pernelle.
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