Resurgir
Volvieron las golondrinas
a anidar en mi ventana;
en increíble mañana
nacen rosas sin espinas.
Fue girando el minutero
sobre las ondas del mar
y las luces del altar
tienen un rumbo certero.
Los caminos sin abrojos
recuperan su vigor,
y también vuelve el rubor
al mutismo de los ojos.
Un vuelo de mariposas
anuncia mil mutaciones,
no existen inhibiciones
para pieles luminosas.
De la cumbre a la raíz
se estremece mi existencia,
hace mutis la experiencia
retornando a su matriz.
Gisela Cueto Lacomba.
20 de mayo del 2010.