Texturas
Brotaron las margaritas,
increíble primavera,
Los olvidos y las cuitas
bebieron adormidera.
El amor inextinguible
en las texturas mundanas
es paladín invisible
de las contiendas profanas.
Hace nido en el alero
del alma, se posesiona
de la sinrazón, certero,
en la primera intentona.
Es arpegio de dulzura,
brisa fresca en rosedales,
por él perdemos cordura,
nos cubre con sus señales.
Luego se torna tortuoso,
inseguro, casquivano
o nos lacera su acoso
concebido de antemano.
Mas, no importan los pinceles
con que se pinte al amor,
hoy reinan en los vergeles
colibríes, luz y olor.
Gisela Cueto Lacomba
29 de mayo del 2010