Raúl Valdez
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« : Diciembre 06, 2008, 06:59:00 » |
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DULCE ENTREGA La estelífera noche fue testigo del tórrido romance de dos almas en amatoria. Con esencia lunar y regio abrigo les susurró la brisa entre las palmas, aprobatoria. Al punto que en sublime plenitud brindaron con elíxir pasional de su querer. Por tal motivo, en suma excelsitud, mi corazón abreva en tu caudal, dulce mujer. Ignipotente noche, frenesí, oasis sempiterno de murmullos, idilio melodioso y enigmático, exuberante. Dos almas en un basium carmesí, vergeles de ternura en sus arrullos; rosa y clavel en éxtasis errático de amor triunfante.
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