Dedicado a Juanvi, mi esposo
¿CÓMO?
Acaricia al candor de tu pregunta
el balbucir en tus ojos de malva.
Desgranaré con pétalos tu duda:
evoca primaveras de fragancias,
seduciendo a tu orilla con mi espuma.
Hoy, en tus ocres hojas arrullada,
encandilo un invierno de ventura.
Soy el nidal alegre que descansa
fiel en la galanura de tu mano,
porque defines mi aureola blanca,
la sonrisa ferviente de mis labios,
el sostenido susurro en mi alma;
un lienzo de lisonjas entonado.
Y al vislumbrar desasido tu soplo
se transforma en desorden la esperanza,
trocando mi equilibrio en un rescoldo;
sepulcro de mi verbo, de mi entraña.
Desvanecen tu ocaso mis sollozos
al despertarme tuya en el Nirvana.
29-10-2010