María Teresa Inés Aláez García
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« : Octubre 22, 2011, 01:56:28 » |
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http://blogmegustaleer.com/2011/10/23/diablos-y-angeles/
El otoño, la estación de la madurez, de los crepúsculos dorados y las hojas lastimadas por el comienzo del frío y las primeras lluvias, es un tiempo de "ángeles y demonios" si se toma como referencia el santoral o el calendario de fiestas más importantes.
Comenzando por San Miguel, festividad de la cual se dice que "trae un veranillo" por el buen tiempo que suele acompañarle. En ocasiones con una temperatura que agota el ánimo sobre todo en los pueblos alicantinos y andaluces donde se puede llegar a soportar las mismas temperaturas que en agosto, causantes de las ampollas en la piel por efecto del sol. En algunos pueblos de la costa valenciana se le denomina "veranillo de la camisa" porque en este tiempo se tenía la costumbre de tomar medidas para confeccionar las camisas y enaguas que se iban a usar durante todo el invierno; de esta manera, quien no se había espabilado durante el verano, aún tenía tiempo de prepararlas.
Otras denominaciones son "el veranillo del membrillo" debido a que es la época de recolección de este fruto o "veranillo de San Martín" en algunas localidades de Cataluña. Valencia y Baleares donde al arco iris se le llama "Arc de Sant Martí". Parece ser que se alude a este santo en tiempo de bonanza y riqueza, mucho más a San Martín de Tours, de procedencia europea que a Martín de Porres, iberoamericano, el Santo de la Paz y primer cristiano de color elevado a los altares y quien, a pesar de las injusticias y desprecios sufridos por ser de una raza distinta, realizó múltiples milagros y dio ejemplo de humildad, alegría e inteligencia. Según la Wikipedia, también recibe el apelativo de "veranillo de los ángeles", seguramente por la proximidad de la fiesta de los Ángeles Custodios.
Siguiendo por los patrones de la Policía Nacional - la Guardia Civil tiene como patrona a la Virgen del Pilar - que son los tres árcangeles, Miguel, Gabriel y Rafael, conocidos también como Ángeles Custodios y con la festividad pagana de Halloween además del día de Todos los Santos y los Fieles difuntos, durante el mes de octubre.
Normalmente se confunden los sentidos de estas dos festividades debido a su proximidad y a la cercanía de la festividad de Halloween. El día de Todos los Santos, como su nombre indica, se celebra la festividad de todos los santos que están en el santoral más la de esos hombres y mujeres que no tienen festividad ni han sido beatificados o santificados según los preceptos de la Iglesia Católica, porque no lo han "merecido", se ignora su existencia o porque son ateos, agnósticos o tienen otra religión.
Aquí se puede responder una cuestión delicada en cuanto a las personas que no profesan dicha fe en relación con su catecismo y su doctrina. Según la Iglesia Católica, ¿qué ocurre con las personas ateas, agnósticas, los apóstatas o quienes profesan otra religión si llevan una vida limpia y normal en su comunidad? Muchas personas ignoran la respuesta y entre el clero, unos acaban más rápido respondiendo con el clásico castigo divino mientras otros, simplemente, no responden. Se habla del limbo para quienes no han sido bautizados y para los que han sido bautizados pero no creen o son apóstatas, además de la excomunión, del infierno. La respuesta es incorrecta aunque estas se han generalizado mucho.
En relación con la festividad de todos los santos, entre las muchas contradicciones de la Iglesia Católica está el santificar o premiar, de alguna manera, a quienes no creen pero han tenido una vida justa y limpia, buscando a Dios debido a que la fe es un regalo. La Iglesia sabe mejor que nadie que es un imperativo el que no todo el mundo pueda creer y por eso están libres de culpa ateos y agnósticos. De todas maneras para quienes han sido bautizados pero son descreídos se espera que busquen a Dios en su entorno, en los libros, en el ejemplo y en quienes le rodean, deseando encontrar la respuesta a su existencia en las doctrinas de la Iglesia Católica. No suele ser así pero es un tema a tratar en otro artículo.
Siendo el día de todos los santos, sin excepción, debería ser fecha de alegría y celebración de todos los seres humanos, un día de unidad, rompiendo la barrera de la creencia. Pero haciendo esto se pone en peligro dicha festividad con la intervención del capitalismo y su marketing de aprovechar festividades, ritos y tradiciones para enriquecer a las empresas y a los bancos en prejuicio de los consumidores y del verdadero sentido de estas fiestas religiosas: la reunión en familia o en comunidad, la tolerancia o la eliminación de barreras de todo tipo, la humildad, el compartir, el acercamiento a los más necesitados, etc.
Tras el día de Todos los Santos se celebra el día de los Fieles Difuntos. Este sí es el día de los "muertos", como se le denomina popularmente. La raíz de esta festividad viene desde la prehistoria en la veneración a la muerte, la preparación de los entierros, el respeto y el miedo al proceso del fin de la vida que en la antigüedad fue motivo de grandes ceremonias religiosas y de influencias hasta arquitectónicas. Es este día cuando se han de llevar las flores al cementerio y realizar las misas y el que debería ser festivo aunque la gente elija el otro. La razón de este día es el orar por todas las ánimas aunque la festividad sea de las Ánimas del Purgatorio. También se ruega por las personas de cualquier creencia que hayan fallecido sin recibir la imposición de los santos óleos, sin oraciones, sin que nadie rece por ellas. Es el día de todos los fallecidos sin excepción, para que se eleven misas de requiem y oraciones por su almas. Estas misas no se interpretaban sólo en Semana Santa, también en este día tenían su importancia.
Halloween tiene reminiscencias celtas. Se incluyen entre dos días festivos católicos o cristianos. La población no católica o cristiana o no creen en estas cosas o dan otra interpretación a los fenómenos sin explicación o a circunstancias extrañas. En el caso de Halloween, los celtas pensaban que los espíritus de los fallecido iban a visitar a los vivos y usaban máscaras espantosas para ahuyentar a las almas viles.
Más o menos en estos días comienza el tiempo de las castañas, las avellanas, los frutos secos más conocido y que en el tiempo actual, en Alicante, se oferta con el turrón, chocolate, palomitas de maíz y almendras garrapiñadas. De esta manera la población que consume estos productos se va preparando para el tiempo de Adviento, la Navidad, la visita al dentista, al especialista en medicina interna y al dietista.
Entrados ya en Noviembre, y hacia el día 22 ,se conmemora Santa Cecilia, la patrona de la música, días antes de comenzar el Adviento. Sin la música, en el invierno, las festividades no tienen aliciente. Santa Cecilia con su órgano, su laúd, sus rosas - o representada con un arpa y una celesta también - acompaña a los músicos en sus distintas manifestaciones. Posiblemente Santa Cecilia no existió como tampoco San Roque o Perrenelle, la hija de San Pedro -tampoco existió Pernelle, la esposa de Flamel, son personificaciones de objetos o situaciones- y otros muchos mártires.
Comienza el Adviento a finales de noviembre: el tiempo de silencio y de, se supone, reposo y soledad, interiorización, reflexión interna, la preparación al parto más importante para la fe católica. Durante el tiempo que ocupa, los fieles deben de realizar una introspección y limpiar su alma y su espíritu de impurezas pero, no sólo con la confesión sino con un verdadero deseo de cambiar sus defectos para no sentirse culpables, ser felices y propiciar un ambiente cálido y dichoso en su entorno. De hecho hay celebraciones penitenciales. Parece ser que los fieles niegan estas prácticas pues se dedican a ir comprando los regalos y la comida, preparándose para Navidad.
Diciembre empieza festivo con el día de la Inmaculada, que anteriormente se conmemoraba como el día de la madre, atribución que fue transportada al primer domingo de mayo porque era el mes de María y mucho más bonito con flores, cantos, pájaros y jardines frondosos para rezar. Junto al día de la Constitución - da la impresión de que los políticos comienzan a hacer lo mismo que la Iglesia en sus principios, respetar los días festivos atribuyéndoles otro nombre u otra simbología - forma uno de los puentes más largo del año. Son dos maneras de celebrar una experiencia que fue dura y cuyo resultado representó un cambio para una gran comunidad de personas: el parto de la Constitución de 1978 y el navideño, el nacimiento del Hijo de Dios.
Ya, más adelante y al finalizar el Adviento, llega la lotería esperanzadora de Navidad y el tiempo que, se supone, sirve para celebrar una purificación del ánima, una esperanza espiritual y una oportunidad de ser mejores para cada año que ha sido convertida por Coca Cola y demás multinacionales en una oportunidad para el consumismo exagerado, sin principios ni virtudes algunas. De esta manera se eliminó la interpretación del tiempo de Adviento, el verdadero sentido de la celebración de la Inmaculada, potenciando la Navidad para poder vender más, consentido, todo esto, por personas influyentes del mundo político y religioso.
El juego de la ocultación, la manipulación en todos los aspectos, el engaño, el uso del humor, la aplicación de los dobles sentidos. el trastorno entre estructura superficial y profunda del lenguaje, han dirigido la mente de los hombres hacia el trabajo y la consecución de objetivos planificados por quienes estaban en el poder de una u otra manera aprovechando la buena fe y confianza depositadas en ellos. De hecho llega a tal punto la ruptura de intereses en beneficio de uno mayor que los obispos, para redactar los catecismos que se estudiarán en sus diócesis, toman del catecismo general de la iglesia sólo los puntos que más se ajustan a la población que está bajo su tutela de forma que se produce, entre los fieles, muy a menudo, confusiones porque al entrar en contacto con otras diócesis encuentran que allí se permite lo que se prohíbe en la suya y no reciben explicación alguna en cuanto a dicha forma de proceder.
Por eso se ha llegado a extremos mortales, incluso, la defensa de esta manera de proceder y el mantenimiento de sus resultados. Menos mal que, conforme avanzan los tiempos y el hombre progresa en los distintos campos del saber, se va perdiendo el miedo y desapareciendo la ignorancia. Y he aquí la aparición de diablos y de ángeles: en la medida en que se favorece el bien común o el bien individual, etc.
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