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Autor Tema: Biografía falaz de Mario San Emeterio (prosa)  (Leído 3167 veces)
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Dage
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« : Octubre 02, 2010, 01:05:51 »


BIOGRAFÍA FALAZ DE MARIO SAN EMETERIO


Ahora que la memoria de Mario San Emeterio empieza a enfriarse, los políticos cosmopolitas y los aburguesados incultos pretenden que vio la luz en el Paseo de Pereda, en un bello edificio con vistas a la bahía. Yo sé que no fue así. Mario debió de nacer en un Cahecho o en una Soba, alejado de la costa y de sus laxos placeres. No encontró el colegio, sino la dura piedra bajo el arado y el aburrido estío cuidando de los bóvidos en algún puerto de montaña. Se ha dicho que su primer beso fue con doña Beatriz Pereda de Velasco, pero no es cierto; mucho antes de conocerla ya se perdía prados arriba de la mano de cualquier muchacha con pantalones. La muerte de Franco le cogió con veinte años, bajando al pueblo para comprar caramelos. No le afectó, ya que en su casa no tenían televisión, y se mofaba de las historias contadas por su madre acerca de unos hombres que se echaban a los montes en espera de tiempos mejores.
   No se sabe con seguridad cuándo escribió su primer poema, puede que a los doce o a los catorce. Aquél que le dio la fama, plagado de errores acentuales e incoherencias sintácticas, fue parcialmente publicado el 28 de julio de 1973 en una esquina del Alerta. Por razones desconocidas, dejó la pluma nada más se conoció su nombre.
   Poco más puedo referir que no se haya contado. La Gran Enciclopedia de Cantabria le dedica una página entera alabando sus versos y destacando los más escabrosos detalles de su vida. Sólo una cosa se le escapa. El día en que lo mataron –yo, que estaba a unos pasos, lo vi todo- no exclamó: «¡Te despido con honores, Cantabria!». Sus palabras, más mundanas y menos dignas de figurar en una obra científica, fueron éstas: «¡Ay, amigo,  los cabrones me aguardan!»
« Última modificación: Octubre 02, 2010, 01:21:47 por Dage » En línea
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