MaríaBote
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« : Septiembre 03, 2010, 03:08:39 » |
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VERANO EN EXTREMADURA
La luz asola los prados, despidió las primaveras; sábanas de rubias eras arropan soles cansados, de rojos ensangrentados.
Vierte julio sus calores con la fuerza más bravía, al filo del mediodía viene agostando las flores. Tras las persianas, amores sudorosos, anhelantes… Dibujan frutos prohibidos, bordan gozos y latidos con ímpetus fulgurantes, despiden nardos fragantes.
Un abanico dormita al fresco de la ventana en la siesta soberana. El visillo lo concita a su encaje que levita sobre el dintel. Yo despierto a la cánora insistencia de las aves en su esencia. Al bucólico concierto llegan aromas del huerto.
Los fulgores del verano, sus auroras transparentes y el rumor de antiguas fuentes lanzan un suspiro arcano, con el fervor más ufano, por cantarines torrentes.
Entre los chopos, el río, canta a dúo con la brisa y por la hierba sumisa busca aposento el rocío, en las albas del estío.
Presagiando los lagares de mostos y de frescura, la claridad rosa y pura por viñedos y olivares, sueña con los encinares de la noble Extremadura…
María Bote.
El Salugral – julio de 2010
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