carende
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« : Agosto 31, 2010, 03:05:31 » |
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Dedicado a mi nieto , Adrián de dos añitos COCO Y LA MARIPOSILLA DE CRISTAL Era un día de mucho sol. Las mariposas jugaban en el campo, iban saltando de florecilla en florecilla, estaban tan felices, tan felices que sus risas llegaban hasta el río que había detrás de una casita azul.
Una mariposilla se fue sola hasta el río, pues allí le gustaba dormir entre una gran hoja de color verde, mientras escuchaba el ruido que hacía el agua, pues ese ruidito le parecía una bella melodía. Cuando iba a cerrar las alitas y los ojitos para hacer nonón, llegó a sus oídos un sonido extraño, parecían llantos, pues alguien estaba llorando mucho, pero no sabía quién era, no veía a nadie. - Ay, ay, ¿quién llora tanto? - dijo la mariposilla de alas de cristal brillante, muy brillante.
Abrió los ojos y las alas muuuucho y buscó y buscó para ver quién estaba tan triste, y también por si podía ayudarle . Allí, en la orillita del río, estaba el cocodrilo que tanto y tanto lloraba. Cristal, que así se llamaba la mariposilla, se puso sobre la nariz de cocodrilo y le dijo: -No llore, señor cocodrilo, no llore. ¿Puede decirme qué le hace sentirse tan triste? ¿Qué le ocurre?,¿tiene pupa?
El señor cocodrilo dejó de llorar para hablar y que la mariposilla linda pudiera entenderle. - Se me ha roto la colita y no podré cruzar para irme a mi casa y mis papás estarán preocupados. La mariposa era una mariposa mágica y le dijo que le iba a ayudar; aunque el cocodrilo no se lo creía porque era muy pequeñita y porque él no sabía que era una mariposa mágica. - Pero, ¿cómo se llama, señor cocodrilo -preguntó Cristal. - Coco, Coco, me llamo. - Pues Coco, espera un poquito que voy a traer tu colita. Coco no podía creer lo que estaba viendo: la mariposa fue a buscar la colita del señor Coco, y haciendo un vientecito mágico con sus alas logró poner la colita en el cuerpo del cocodrilo y después dió muchos, muchos besitos con su pequeña boca y la colita se pegó. Coco estaba muy feliz y la mariposilla de Cristal también. Así que… la mariposilla se posó en el lomo del cocodrilo y cruzaron el río juntitos. Coco le dio las gracias a su amiguita la mariposa y Coco le dijo que nunca olvidaría lo buena que había sido, Coco le dio un besito y le dijo: "Gracias, muchas gracias", y moviendo su colita hacia los lados y hacia arriba, se despidió con un "HASTA PRONTO", muy, muy feliz.
Y, colorín colorado, este cuento se ha acabado. Carende
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