ojaldeb
|
|
« : Noviembre 12, 2009, 08:33:06 » |
|
Sin el amparo de la piel, nunca florecerán los ojos, futuro rizoma de tréboles, inútil latido. Silencio.
*****
Pechos de tiza, nutrientes de las aceras, disputan la razón a los parquímetros. A la luz de murallas de sed, beben amargos tragos, la sangre triste, y quizá rememoran antiguos ventarrones de agua.
*****
Luz en las venas; un alfabeto de moscas dragón se obstina en respirar, pinchado por la vara de una culpa.
*****
Luz de relámpago tu mullida mirada inventa sueños.
***** Los verdes pámpanos de mi vid se aburrieron en el otoño.
***** Verde cereza por el sol adulada se pone roja.
***** Viven los versos del frescor en la herida de las ideas.
***** Agrieta máscaras hiere con sencillez la poesía.
*****
Feliz osario de todos los lenguajes la poesía.
***** Caen palabras por el des pe ña de ro ¡Otro poema!
*****
Jirón sangrante palabras bien heridas las del poema.
*****
La poesía. en las fracturas frescas de las palabras.
*****
De los jirones de la idea inocente la poesía.
De los jirones del concepto inocente la poesía. De los jirones de la máscara pura la poesía.
*****
Un tiburón emerge del estanque con mueca de payaso, a la captura de un pezón postrero, homicida del símbolo y la máscara.
*****
Hunde un brillo puñal en tu certeza. Cubil de sangre, ¿no te dan náuseas tus venas?, abandona ese núcleo. Noche, de pájaros hambrienta, en el despeñadero un latido fluirá —exhuma tus ojos— hacia las luces en la niebla.
*****
Atropello a un pobre chucho rubricando en un bordillo, inminente la tormenta, del furioso vendaval ido en el dúo de sombras: ¡se acarician! El fragor: ¡sinvergüenza! Unos relámpagos les estallan en los senos m a n a n t i a l e s sobre un apunte de pis. Huele a amapolas mojadas.
*****
Liebres, palomas, ensueños de aserrín en la chistera.
*****
Lo veía envuelto por el humo, contemplar mis iris enlucidos de esperanza al oírme verter en su costado oníricos sermones, groggys en un goteo cariñoso; y mientras, mis mascotas, sordamente, me apagaban los cauces, una silueta vino, desde el culo del día, como un trago de luz.
*****
¿Pueden un perfume, un crujir de hojas y unos tobillos de aire dar alas a unas niñas, que bostezan bajo el suelo, incrédulas, a albores y a arco iris?
*****
A mis ojos, ayer redes de oscuridad, hoy vacía hendidura, un desnudo rizoma se les cuela enhebrando silencios: polvo reverdecido.
*****
En mi calle, las bombillas escupen su pena por las ventanas.
¡Qué largo el vuelo del Cojo! ¡Qué menesterosa luz!
Los ojos se izan, estallan, la noche aletea de burbujas.
*****
Otro amanecer, estribillo puntual, reposando en los números de esa esfera, en sus dos agujas. Pulsos de orfebrería sin sístole ni diástole.
*****
Un amanecer más. Suena el timbre, me sobrecoge, música de un único diente, con caries de los otros seis. Y así, otra semana partirá sin fulgor, en estos trágicos asuntos.
*****
Moblaje interior, cotidiano, se amontona en rounds.
Acrílico de vaina y viento infla o desinfla los minutos.
Discurren canciones en off en la oscuridad de las lámparas.
Sepulturas en el envés hasta el fin del último asalto.
*****
Según el acuerdo fallecí, alégrense. Hechizado en los hombros desnudos de la aurora, a traición vino la Noche. Mi brindis a los herederos; su júbilo, el de mis entrañas. La luna de miel quirúrgica. ¡Posterguen la saturnal nuestras afables cenizas!
*****
Tanka
Bajo mi pie, los restos de una oruga, furor de estado, encima de mi tórax, su latido, sus alas.
*****
Vida
Laberíntico tictac del lenguaje, náufrago en la sintaxis de las horas.
*****
Corazón nocherniego, divertido cadáver de los sótanos. Nula efigie rubí para satisfacer antropogaggias, abandónate al coma inexorable —¡esa dulce quimera!— mesura el melancólicoe s c o z o r: irónica alevilla fruto del miedo.
*****
Zen del blues
¿Adónde vas? Miserere de piedra Gorrión de plaza.
|