El no Poeta
Pertinaz e infame hado
yo resisto tu señuelo,
¡arruina ya mi desvelo!
Ojos en surco tostado.
Sintiéndome ruin bagazo
confina mi juicio al diestro,
si no conozco maestro,
de sabias letras ni trazo.
Como navío varado
soles conté con recelo,
cogí la pluma del suelo
en tregua con el tarado.
Arrogante, afloja el mazo,
raspa mi rostro siniestro,
tan rico convite vuestro
naciente de un novel lazo.
El guardián sutil y osado
me mostró radiante al cielo,
mira al frente con anhelo,
concluirás roto y cansado.
Frunció la tinta un abrazo
esclava de lo que muestro,
terminé con mi secuestro;
oda libre en mi regazo.