Calendo Griego
|
 |
« : Agosto 10, 2009, 05:38:16 » |
|
Elegía para un hombre bueno
A Ricard Monforte
En la garganta, el nudo, con fuerza, para siempre está cerrado. Su silencio provoca tristes lágrimas, sacude nuestras vidas. Su imagen llama en el presente afónico, la memoria prescinde de sus velos, estampida de angustia insuperable recorrerá nuestras sensibles venas.
Velando el foro oscuro, ahora entorno frío, la visión de su estampa de maestro magnánimo, su final fulminante, descubre la terrible pena, hace sufrir el ser entero en lágrima de adiós, muda y consciente.
Volverás a la vida, honorable maestro, mil veces, pues, en las arenas, aunque perdidos de tu voz, como celeste cuadro verán nuestras miradas anhelantes cálidos espejismos, sublimes enseñanzas tuyas, agudos pensamientos, luces que estallarán intensas en la mente.
Si hemos omitido gratitudes por causa de torpezas, hoy el espíritu solloza aquellas sombras, clama porque el afecto perdurable, de tu partida nos consuele.
Calendo Griego
|