Calendo Griego
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« : Agosto 18, 2009, 04:54:09 » |
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Amores como el nuestro
Acumulábamos silencios del adiós, sepulcros de la calle; su sonrisa y la soflama de su rostro, otrora voces de ocasos, eran ecos de la cima.
Los transeúntes, aburridos maniquíes, departen cotidianas fruslerías, advierten en las tristes manos juntas nuestro vicio de ser pareja todavía.
La voluntad no se inflamó de lo soñado, ardiente tea, lumbre de caricias, brillante como el sol en su galaxia, al instintivo impulso de la piel lasciva.
Amores como el nuestro sufren, insalvables, sobre las piedras de la vil rutina, sus piñones de áureas futuras proscritos son del surco fértil de la dicha.
En este prado nunca detendrá el invierno su viaje a la crudeza, y triste brisa, en ilusoria plenitud de cumbres, surca el mañana con anécdotas exiguas.
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